jueves, 14 de noviembre de 2013

Itá Corá es un santuario natural en el sur del país para paseo en familia

Itá Corá, pequeña población del sur de Ñeembucú, es muy conocida por los pescadores por ser un excelente lugar para la práctica de este deporte en las aguas del río Paraná. También es ideal para pasar un fin de semana en familia.
Los pobladores de este distrito, como pocos lugares del país, han logrado instalar una respetable capacidad hotelera. A esto se suma la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza aprovechando los amplios espacios reservados para el camping.

En el menú de los restaurantes y comedores prevalecen los platos a base de pescado. Los visitantes pueden disfrutar desde un caldo o un delicioso chupín a un asado preparado por los especialistas del lugar.
Las playas son otro atractivo para los visitantes, además de la posibilidad de cruzar el río y pasar a la ciudad de Itatí, centro de la religiosidad y lugar turístico del nordeste argentino.

En el trayecto a la comunidad sureña, el magnífico paisaje nos muestra la exuberancia de la fauna y flora del Ñeembucú. A cada paso, bandadas de aves levantan vuelo y en los esteros asoman los yacarés y carpinchos para demostrar que no se han extinguido y que la zona es un verdadero santuario natural.
A pesar de ser uno de los distritos más alejados del sur, por las bondades de la naturaleza del lugar, la infraestructura y los servicios que se ofrecen a los que viajan hasta el lugar, Itá Corá registra anualmente un importante flujo de turistas. 

Sin lugar a dudas, la mayoría de ellos acceden al pueblo atraídos por la posibilidad de disfrutar de inolvidables jornadas de pesca. 
En el lugar abundan el dorado, el surubí, la boga y la corvina. Los pescadores deportivos también llegan a Itá Corá, porque saben que para pescar en la zona no necesitan trasladar sus lanchas, ni otros elementos que requiere la actividad.

El sector privado del pueblo se ha organizado de tal manera que todos los servicios imprescindibles para los visitantes estén disponibles, incluyendo guías que conducen a los deportistas hasta los lugares para la pesca. En verano y primavera, numerosos turistas del Brasil, Argentina y distintos puntos del Paraguay llegan al sitio. Mientras, en el invierno concurren europeos y norteamericanos
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